Santa Ana en la Catedral de Las Palmas de Gran Canaria |
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Vosotros oíd lo que significa la parábola
del sembrador: Si uno escucha la palabra del reino sin entenderla, viene el
Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde
del camino. Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que la escucha y la
acepta en seguida con alegría; pero no tiene raíces, es inconstante, y, en
cuanto viene una dificultad o persecución por la palabra, sucumbe. Lo sembrado
entre zarzas significa el que escucha la palabra; pero los afanes de la vida y
la seducción de las riquezas la ahogan y se queda estéril. Lo sembrado en
tierra buena significa el que escucha la palabra y la entiende; ése dará fruto
y producirá ciento o sesenta o treinta por uno.”
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