Este verano, con Radio ECCA, el retiro online Sentir en la Iglesia, que nos ayuda desde el análisis de las reglas ignacianas a través de la enseñanza y el compartir de Adolfo Chércoles. Apúntate aquí.
Es viernes, 3 de julio. Corresponde a Vicente Marcuello SJ, desde el Centro Loyola de Bilbao, proponer los puntos para orar a partir de Juan 20,24-29:
Es viernes, 3 de julio. Corresponde a Vicente Marcuello SJ, desde el Centro Loyola de Bilbao, proponer los puntos para orar a partir de Juan 20,24-29:
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: "Hemos visto al Señor." Pero él les contestó: "Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo." A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: "Paz a vosotros." Luego dijo a Tomás: "Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente." Contestó Tomás: "¡Señor mío y Dios mío!" Jesús le dijo: "¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto."
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